miércoles, 4 de octubre de 2017
viernes, 2 de junio de 2017
MÁS CANCIONES
Allá van tres canciones nuevas. En Viaje a la Felicidad se habla del camino que la ciencia necesita recorrer para dar con su mayor objetivo, es más, para llegar a dar con la finalidad para la que existe, que no es otra que ayudarnos a los seres humanos a ser felices. Para eso, el camino debe ir hacia el interior del ser humano. Las "ayudas externas" facilitan las cosas, pero la felicidad es algo que está dentro, en la causa de nuestro ser, en la raíz y cimiento de nuestro comportamiento. Ahí están los más grandes descubrimientos.
El Ritmo Cambió surgió en una noche especial. Fue la primera vez que vi la Luna alzarse desde el horizonte con un color rojizo que me impactó, y al rato de ver aquel milagro, millares de grillos cantaron ininterrumpidamente durante una hora aproximada para callar todos al mismo tiempo. Las montañas parecían vibrar de vida, tanto con aquellos cantos, como en el gran silencio vivo que lo envolvía todo.
Versitos difíciles de masticar es una poesía de Gloria Fuertes a la que la he puesto melodía, pues este año en España se conmemora su obra. Espero que os gusten las cancioncillas. Y especialmente, a los chiquitos que puedan oírlas.
El Ritmo Cambió surgió en una noche especial. Fue la primera vez que vi la Luna alzarse desde el horizonte con un color rojizo que me impactó, y al rato de ver aquel milagro, millares de grillos cantaron ininterrumpidamente durante una hora aproximada para callar todos al mismo tiempo. Las montañas parecían vibrar de vida, tanto con aquellos cantos, como en el gran silencio vivo que lo envolvía todo.
Versitos difíciles de masticar es una poesía de Gloria Fuertes a la que la he puesto melodía, pues este año en España se conmemora su obra. Espero que os gusten las cancioncillas. Y especialmente, a los chiquitos que puedan oírlas.
miércoles, 17 de mayo de 2017
TRES NUEVAS CANCIONES
Bueno, espero que os gusten estas nuevas canciones. No las he podido grabar con la calidad de otras veces, pero en fin, si necesitáis aprenderlas para cantárselas a los niños, es más que suficiente. La canción de Samasta Loka ya estaba antes, pero la cambié los acordes porque me parecía un poco tristona ¡Que seáis muy felices!
jueves, 16 de marzo de 2017
jueves, 16 de febrero de 2017
viernes, 20 de enero de 2017
A la espera
Hola a todos. Sé que algunos de vosotros esperáis con impaciencia la canción de "Los animales". El técnico de sonido me la está arreglando en el estudio. Tiene mucho trabajo, así que no sé cuando la tendrá acabada. Para que no veáis siempre igual el blog, os he metido un clásico; "El Espíritu del Fuego". Y también, un cuento muy divertido que habla sobre cómo los animales se ayudan entre sí. Que sepáis que en la realidad, hay peces que se dedican a limpiar los dientes de tiburones y otros peces grandes. Unos se limpian la boca, y otros se ponen las botas. Este es un claro ejemplo de simbiósis (palabra inventada por los adultos para llamar a todo tipo de relación entre animales que se ayudan entre sí, y son de distintas especies. EJ: un pájaro come los bichitos que le pican en el lomo a un rinoceronte)
El Pececillo Illo
El pececillo Illo iba por el fondo del mar buscando alimento, pero era tan pequeño que no encontraba ningún pez más pequeño que él. Todos los peces eran más grandes y podían comérselo, pero él tenía la esperanza de encontrar alguno que fuese diminuto y entrara por su boquita.
De pronto el pececillo Illo se dio la vuelta para buscar por otro sitio y se chocó con la boca del tiburón Ron ¡Vaya coscorrón que se dio contra sus dientes! El pececillo Illo creía que iba a morir y rezó para poder ir al cielo de los peces.
- No te preocupes. No voy a comerte – dijo el tiburón Ron. - Eres tan pequeño que no interesas.
¡Gracias! - Respondió el pececillo Illo. -¿Puedo hacer algo por ti?
- Pues sí. Me acabo de comer a la foca Oca, y tengo trozos de carne entre los dientes. Necesito limpiármelos o tendré que volver al dentista.
- No te preocupes – dijo Illo. – La carne de foca está buenísima y puedo quitártela. Venga, abre bien esa boca y no te muevas, yo me comeré esos restos.
Y fue así como el pececillo Illo pudo comer, convirtiéndose en el limpiadientes del tiburón Ron, que ya no tuvo que volver al dentista, y que además cuidaba de Illo, a quien nadie se atrevía a comer.
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